Hé recibido la Colección de obras miscelanias publicadas por V.S. junto con su apreciable Carta de 5 de Junio anterior, y la advertencia à los emigrantes à los Estados unidos de America: todo por mano de mí amigo el Sr. Carmichael.
En los diferentes discursos, que fueron publicados en diversas epocas, se descubre un estadista lleno de prevision y desvelo por la utilidad de su patria segun las varias coyunturas, que ofrecian las combinacciones politicas y el diferente sistema de gobierno; reluciendo en todos un vehemente anhelo por la comun felicidad sobre principios y calculos politicos, llevados al mayor punto de demostracion posible hasta donde lo permíten la visicitud é inconstancia de los sistemas adoptados para el gobierno de los hombres.
La serie de estas reflexiones politicas manifiestan la solidez y permanencia de sus principios; ya se consideren las Colonias de America quando estaban unidas à la metropoli, ó formando despues un Estado independiente.
En ambas situaciones dirige V.S. Sus esfuerzos al bien general sin retroceder ni excederse à aquellas extremidades, que afectan à las almas debiles durante una crisis tan larga y delicada como la que hémos visto para la formacion de un nuevo Estado, compuesto de trece Provincias de constituciones diversas; y á pesar de eso reunidas sabiamente por un enlace estrecho y util à cada una.
La naturaleza, que há estudiado V.S. en sus continuas meditaciones, parece le debe el desiframiento de fenomenos, que los anteriores sabios no habian alcanzado à discernir mientras que el gran filosofo Americano Franklin, al paso que los descubre, sugiere medios utiles á los hombres para guarecerse de las incomodidades, que les atrahian antes de sus investigaciones.
La sinceridad, con que V. S. en su Aviso retrahe de pasarse á las Colonias los emigrantes, que no hallarian acogida en ellas, és una seqüela de su amor à los hombres en comun, y del candor propio de un hombre de bien, verdadera filosofo y excelente patriota.
Extiende V.S. esta misma bondad à la España en las dos aserciones à favor de la honra que merece el trabajo, y contra la vinculacion de bienes.
La primera se halla canonizada hoy entre nosotros con la reciente ley, de que acompaña un exemplar, declarando la honra, que debe darse a toda especie de artesanos, à quienes habilita generalmente par los oficios municipales de republica: pues los labradores Siempre fueron honrados y favorecidos por nuestras leyes.
En lo tocante à vinculaciones me remito à lo que escribi el año de 1765 al fin de mi tratado sobre Amortizacion, en el qual creo haber demostrado que debe preceder à este reglamento otro, pendente aun dela legislacion. Añado tambien que hay à mi parecer alguna diversidad de circunstancias entre la constitucion monarquica y democratica, y entre los Estados de antigua y nueva plant à este respecto.
Tendria la mayor complacencia en ampliar estas reflexiones si la del tiempo lo permitiese: bien que no lo considero necesario à la penetracion y perspicacia de V.S.
La honrosa memoria, que La Sociedad folosofica de Filadelfia há hecho de mi, nombrandome el dia 16 de Enero por uno de sus individuos, me constituye en la gustosa obligacion de manifestarla mi gratitud por medio de V.S. como su digno Presidente.
Deseoso de corresponder en algun modo à esta generosa urbanidad propuse à la Real Academia de la historia, cuyo Director Soy, agregar á V.S. à Su premio en la clase de honorarios. Asi lo acordó inmediata y gustosamente dicho cuerpo por universal aclamacion; gloriandose de poseer en Su lista à un Caballero tan benemerito de las letras, y que há hecho el papel de primer movil en una de las revoluciones mas memorables de la historia de nuestro tiempo.
Con tan justos motivos me ofrezco afetuosa y cordialmente á la disposicion de V.S. pidiendo à Dios guarde Su vida muchos años.
[Blm.] de V.S. su atento servor.